lunes, 21 de mayo de 2012

Consecuencias de la mala calidad del agua


Varios factores relativos al agua, el saneamiento y la
higiene afectan en muchas formas el derecho a la educación
de la infancia. Si no gozan de buena salud, los
menores no pueden desarrollar todo su potencial
educativo. Por ejemplo, alrededor de 400 millones
de niños y niñas en edad escolar son infectados anualmente
por parásitos intestinales que, como lo demuestran
las investigaciones pertinentes, socavan su
capacidad de aprendizaje. Asimismo, la tasa de mortalidad
por enfermedades diarreicas en menores de
cinco años sigue siendo cinco veces más alta en Chiapas
que en Sinaloa.
Las escuelas determinan parcialmente
el estado de salud de
los menores y su bienestar, al
brindarles un ambiente salubre o
insalubre. Aunque ha quedado
ampliamente demostrado que las
instalaciones sanitarias y de
abastecimiento de agua en las escuelas
resultan fundamentales
para fomentar las buenas prácticas
de higiene y el bienestar de la infancia, gran parte
de los establecimientos escolares tiene sistemas muy
deficientes. Esas deficiencias van desde instalaciones
sanitarias inadecuadas hasta la ausencia absoluta de
letrinas y de agua apta para la higiene y el consumo
humano. Esa situación contribuye a aumentar las tasas
de inasistencia y deserción escolar de niñas y niños.
Beber agua contaminada con materia fecal es la
causa principal de las 4 000 muertes diarias ocasionadas
por la diarrea, las cuales ocurren mayormente entre
menores de cinco años; el agua contaminada con
arsénico y fluoruro, presentes en las reservas hídricas
naturales, amenaza la salud de decenas de millones de
personas.49
Cerca de la mitad de la población de países en desarrollo
sufre de una o más de las enfermedades asocia-

das con una inadecuada provisión de agua y servicios
de saneamiento; estas enfermedades son: diarrea, shigeliosis,
50 tracoma,51 anquilostoma,52 ascariasis,53 dracunculiasis,
54 bilharzia.55
Por lo general, los efectos del fluoruro sólo se manifiestan
tras una exposición prolongada al agua contaminada.
Esta sustancia puede debilitar a las personas, dejarlas
gravemente lisiadas o incluso causarles la muerte.
Por su parte, la exposición prolongada a bajas concentraciones
de arsénico en el agua que se bebe provoca lesiones
duras en la piel y puede derivar en casos de cáncer
da piel, pulmón, vejiga y riñón.
Algunas personas pueden ser más vulnerables a los
contaminantes presentes en el agua potable que la población
en general. Los individuos cuya inmunidad es
débil, como aquellos que padecen de cáncer y están bajo
un tratamiento de quimioterapia, los que han sido objeto
de un transplante de algún órgano, los portadores del
virus VIH o sida u otros desórdenes del sistema inmunológico,
así como algunos ancianos y niños, tienen mayor
riesgo de contraer infecciones. De igual manera, las
mujeres embarazadas deben tener especial cuidado con
todo lo que consumen. Todas estas personas deben buscar
consejo sobre el agua potable de parte de sus proveedores
de asistencia médica o sanitaria.
En la actualidad, las estrategias para solucionar la
contaminación de las aguas subterráneas con fluoruro
o arsénico son limitadas e inaccesibles para muchas de
las personas afectadas. La mejor solución suele consistir
en reemplazar la fuente de agua que se utiliza por
otra, cuando se disponga de ella, como un pozo no contaminado
o el agua de lluvia. En las zonas donde no hay
fuentes sustitutivas se están desarrollando y fomentando
métodos más asequibles de purificación doméstica
del agua.

Por qué se desperdicia el agua?



En términos muy generales, se pueden mencionar tres
razones para el desperdicio del agua: a) deficiencias en
la operación e infraestructura para la captación y distribución
del agua, b) malos hábitos de consumo en los
usuarios, y c) falta de cultura en re-uso, separación y
aprovechamiento de agua de lluvia.

En el primer caso, el problema se relaciona con el
bajo presupuesto que el gobierno destina para la adecuada
gestión de este recurso, ya que sólo 1.1% del presupuesto
nacional se destina al rubro de agua y de éste,
el que está destinado a medio ambiente en su mayor parte
es para agua,23 además de las bajas tarifas pagadas por
los usuarios ($1.73 por cada metro cúbico, 1 000 litros,
cuando debería pagarse $5.00 como precio mínimo).


La Conagua afirma que hay serios problemas financieros
para rehabilitar, mantener y operar la infraestructura
requerida para captar, distribuir y tratar el agua en
México.25

El segundo caso se da, sobre todo, entre los usuarios
que tienen acceso al agua de forma regular y abundante.

Tal vez porque todavía creen que ésta es inagotable,
por las bajas tarifas, por la poca importancia que otorgan
al mantenimiento y al uso de instalaciones de bajo
consumo para lograr una utilización racional del agua,
por ignorancia o por todos estos factores en conjunto.26

Lamentablemente, la mayoría de los usuarios tiene una
percepción distorsionada sobre la contaminación, la sobreexplotación
y otros efectos
ambientales ocasionados por el
aprovechamiento incorrecto del
agua. Debe destacarse que las
campañas gubernamentales para
un mejor uso del agua han sido esporádicas
y desarticuladas, lo que
ha repercutido en su bajo impacto.

En tiempos recientes es notorio el énfasis de las campañas
en el valor económico del agua, por encima de su
valor ambiental y social.

En el tercer caso, simplemente no estamos acostumbrados
a considerar otras posibilidades para cubrir nuestras
necesidades de agua. No hay comercialización de
aditamentos del hogar que busquen el re-uso del agua,
ni para la captación de agua de lluvia. Lo anterior no
significa que la tecnología no se haya desarrollado, ni
siquiera que sea cara, simplemente es algo que no se ve
en el mercado.

La pérdida de agua potable es descontrolada y puede
dejar a varias ciudades de nuestro país sin reservas
suficientes en menos de una década.27 Conservar este
recurso debe ser uno de los esfuerzos principales de
México, y del mundo, ya que es el compuesto líquido
que abonó el origen de la vida en la Tierra, convirtiéndose
desde entonces en la condición necesaria para
que ésta persista.

El derecho humano al agua



De acuerdo con la interpretación que el Comité de Derechos
Económicos Sociales y Culturales realizó en la
Observación General número 15,
el derecho al agua se desprende
de los artículos 11 y 12 del PIDESC.
En esa observación se señala que:
“el derecho humano al agua es el
derecho de todos a disponer de
agua suficiente, salubre, aceptable,
accesible y asequible para el
uso personal y doméstico”. También
se indica que los elementos del derecho al agua deben
ser adecuados a la dignidad, la vida y la salud de las
personas. En vista de que lo que resulta “adecuado” puede
variar de una sociedad a otra, la observación aclara
que en cualquier caso el derecho debe ajustarse a los siguientes
factores:
Disponibilidad. Cada persona debe tener abastecimiento
de agua de forma continua y suficiente para
uso personal y doméstico, esto es para beber, lavar
ropa, preparar alimentos, y así tener higiene personal
y doméstica.
Calidad. El agua debe ser salubre. No debe contener
microorganismos, sustancias químicas o radioactivas
que supongan riesgos a la salud. Debe tener un color,
olor y sabor aceptables.
Accesibilidad. El agua, las instalaciones8br /> y los servicios de distribución
deben ser accesibles a
todas las personas. Esto significa
cuatro cosas:
Accesibilidad física. El agua,
las instalaciones y los servicios
deben estar al alcance físico de todas
las personas; se debe poder
acceder a un suministro de agua
en cada casa, escuela, trabajo y hospital.
Accesibilidad económica. Los costos así como los
cargos directos e indirectos deben ser asequibles para
todos.
No discriminación. El agua y los servicios deben ser
accesibles a todos sin discriminación a persona alguna
por motivo de raza, religión, origen étnico o por ningún
otro motivo discriminatorio.
Información. La accesibilidad
también supone el derecho de solicitar
al gobierno información sobre
el agua y también el derecho
a difundir dicha información.
El derecho al agua está muy lejos
de ser algo vago, abstracto o
general (adjetivos que suelen utilizarse
para calificar a los derechos
sociales). La observación mencionada aclara con
mucho detalle cuáles son las características del derecho
y cuáles las obligaciones que contrae el Estado al firmar
dicho tratado.

Distribución y Disponibilidad


La cantidad de agua que tenemos en el planeta no varía.
Sin embargo, el lugar, la forma y la calidad en que se
encuentra sí presentan variaciones. A nivel local no disponemos
de una cantidad fija. Hay promedios históricos,
pero desgraciadamente cada vez es menos el agua
disponible tanto en cantidad como en calidad, debido a
la sobreexplotación, el cambio climático, la contaminación
y la deforestación que hemos provocado.
Distribución del agua en el mundo
En la actualidad, más de 80 países –que albergan a 40%
de la población mundial– sufren una escasez grave de
agua. Las condiciones pueden llegar a empeorar en los
próximos 50 años, en la medida que aumente la población
y que el cambio climático global perturbe los regímenes
de precipitaciones.

Distribución del agua en México

En todo el país llueve aproximadamente 1 511 km3 de
agua cada año, lo que equivale a una alberca de un kilómetro
de profundidad del tamaño del Distrito Federal.
Alrededor de 72% (1 084 km3) de esa agua de lluvia
regresa a la atmósfera por evapotranspiración.
En su mayor parte, México es un país árido o semiárido
(56%), es decir, los estados norteños abarcan 50%
de la superficie y ahí llueve sólo 25% del total.3 En la
parte angosta del país, que ocupa 27.5% del territorio,
cae la mayoría del agua de lluvia (49.6%), en los estados
del sur-sureste: Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana
Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco.
Entre los estados más secos está Baja California, donde
jsólo llueve un promedio de 199 mm por año. En contraste,
Tabasco recibe 2 588 mm de agua por año. En
México llueve cada vez menos; de 1994 a la fecha ha
llovido menos del promedio histórico.
Alrededor de 67% de las lluvias en México caen entre
junio y septiembre. Si promediamos toda la lluvia,
el país recibe cerca de 711 mm por año, lo cual no es
mucho comparado con otros países (1 mm de lluvia =
1 litro por m2). En la clasificación mundial, México está
considerado como un país con disponibilidad baja de
agua. Los países más ricos en disponibilidad de agua
son Canadá y Brasil.


La preocupación del agua en México

Hay quienes hablan de la crisis del agua que vendrá en

el futuro, pero desgraciadamente esa crisis ya está aquí.

En el mundo la viven diariamente 1 100 millones de personas,

las cuales no tienen acceso al agua potable. En

México, alrededor de 12 millones padecen esta situación.

En cuanto a acceso a saneamiento en el mundo, se

calcula que 2 mil 400 millones no cuentan con él, mientras

que en México 24 millones carecen de alcantarillado.

Además, hay una gran cantidad de cuerpos de agua,

superficiales y subterráneos, muy contaminados. Se calcula

que en el mundo cerca de ¡3 900 niños! mueren

cada día a causa de enfermedades curables transmitidas

por el agua.
1

¿Por qué hay millones de personas que no se dan cuenta

de esta crisis? Esto se debe a que la crisis no se experimenta

por igual en todas partes. Hay millones de personas

que cuentan con un servicio continuo de agua

relativamente limpia y que, con frecuencia, la usan de

manera poco eficaz. Sin embargo, lo que preocupa a los

especialistas es que algunas de las carencias y problemas

de calidad relacionados con el agua sufridos por algunos

empiezan a presentarse en zonas y sectores de la

población que no tenían este tipo de dificultades.

Hacer proyecciones a futuro resulta difícil y a veces

se toman en cuenta premisas que, al cambiar, ofrecen

resultados muy diferentes. Sin embargo, hay varias cosas

sobre la situación del agua en México de las que se

tiene certeza.

Este libro busca ser una guía que permita de forma

sencilla ver los problemas que se presentan en todo el
país, para poder discutir el problema de manera informada

e ir construyendo soluciones. Por otra parte, buscamos

difundir algunas recomendaciones que pueden

ayudar a mejorar tanto nuestro presente como nuestro

futuro.

Naturalmente, el problema del agua es un asunto que

concierne a toda la humanidad; sin agua no hay vida y

sin agua de calidad no hay calidad de vida. Es por eso

que en esta publicación queremos presentar el problema

en toda su complejidad, pues estamos convencidos

de que minimizarlo no ayudará a encontrar las diversas

soluciones que necesitamos.

Consideramos que hay tres aspectos importantes, los

cuales generalmente no se abordan de manera conjunta:

el derecho de la naturaleza, el derecho humano al

agua y la gobernanza
2 del recurso. Desafortunadamente,

estos aspectos no han sido manejados de manera apropiada

en nuestro país, lo cual ha provocado la crisis que

actualmente vivimos.